Submitted by jorge on Fri, 16/07/2010 - 08:07
El Filetes pone en estado de alerta a su gente a la espera de que el Sebas abandone en algún momento el módulo para acudir a uno de los cursos en que esta inscrito o quizás, a la proyección de alguna película en el sociocultural. Cuando después de días de observación y vigilancia de la presa, el Filetes recibe la información de que la victima saldrá a la siguiente mañana sin su kie al polideportivo, organiza de manera diligente el encuentro y el ataque rapaz en dicho lugar. Habla con uno de sus hombres, destino de siempre en el poli, para que entretenga al funcionario del lugar mientras otros dos, internos del módulo 5, machacas eventuales del Filetes y que acuden en el mismo horario al polideportivo, den una sobada de hocico de aquí te espero al Sebas.
A la mañana siguiente todo se encuentra organizado, todo menos un detalle. Una rata cercana a uno de los hombres del módulo 5 contratado para aplicar el correctivo al chorizo, envía un mensaje clandestino y a fin de ganarse la amistad del kie, al Ambrosio, poniéndolo al tanto del ataque guerrillero que tendrá lugar esa mañana.
Por ello, cuando el grupo del 7 hace su aparición en el poli, la visión del Sebas acompañado por Ambrosio toma por sopresa a todo el combo ataquente, que se disgrega de inmediato y desaparece como tocados por una varita mágica. A los del 5 les entra una diarrea compartida que les lleva de inmediato a enfermería. Pero el destino del poli e integrante del grupo de la colombiana, no se libra de ser interceptado por el Ambrosio. Nada puede hacer éste último frente al funcionario, aunque si comentarle de pasada y resoplando en su oido: