Submitted by jorge on Tue, 25/06/2019 - 06:45

Un estudio realizado por el cuerpo médico del CSIF (Central Sindical Independiente y de Funcionarios) hace hincapié que el 10% de las agresiones que se registran en las prisiones españolas se llevan a cabo contra el personal sanitario de las Enfermerías de dichos centros, en especial, por los presos con trastornos psiquiátricos o por los drogodependientes.
Este porcentaje se refiere a las agresiones físicas como patadas, puñetazos o mordiscos, porque cuando se trata de agresiones verbales, tales como insultos, coacciones o amenazas, el porcentaje se dispara dramáticamente.
Estos son el prototipo de internos habituales:
• Por Drogadicción, son los más conflictivos, carentes de control de los impulsos y un alto nivel de frustración. Exigen medicamentos tales como el Trankimazín y Tranxilium y no aceptan un NO por respuesta, psicotrópicos que mezclan, en ocasiones, con drogas duras, resultado de lo cual las reacciones son inesperadas.
• Por trastornos psiquiátricos, los más numerosos en las prisiones. Suelen padecer Psicosis que derivan en agresiones similares a las que ocurren en las unidades de psiquiatría de los hospitales, aunque con una respuesta diferente, ya que en las prisiones el personal es médico y de atención primaria, no psiquiátrico, personal que a veces no entiende que una agresión no es una agresión al uso sino derivada de una patología, lo que conlleva una atención distinta.
• Los pastilleros que, aunque en la mayoría de los casos son drogodependientes, centran su consumo principal en medicamentos como los antes mencionados y otro tipo de pastis. Varían mucho de carácter y sus reacciones son dispares, desde una agresividad convulsa hasta una caída en trance que durante las comidas, pueden llegar a sumergir su cara en la sopa. Son los más difíciles de tratar y con los que los funcionarios tienen más enfrentamientos.
• Las agresiones físicas a funcionarios se centran, principalmente, en los módulos de Aislamiento y en las Enfermerías, aunque en realidad pueden ocurrir en cualquier lugar, pero estos son los lugares más conflictivos para el personal médico y funcionarial.
Para evitar o, por lo menos, reducir estas agresiones, las asociaciones de Funcionarios solicitan más refuerzos y personal médico cualificado para estos casos como es el de psicólogos y psiquiatras.