Submitted by jorge on Thu, 17/09/2015 - 06:45
No es el primer post ni será el último que publiquemos relativo a la problemática existente en las prisiones españolas con los reclusos/enfermos mentales ahí existentes.
Porque a pesar de los estudios y propuestas realizadas a este respecto, la problemática no ha cambiado ni lo más mínimo. A saber:
• Continuamos contando tan solo con dos hospitales psiquiátricos penitenciarios, el de Alicante y el de Sevilla, con insuficiente capacidad para todos los pacientes.
• Más del 35% de la población reclusa española padece patologías graves y leves de salud mental.
• La vida en los patios carcelarios no beneficia la rehabilitación de estos pacientes reclusos, muy al contrario, va en detrimento de su recuperación, empeorándola.
• Los abogados de oficio que representan a estos reclusos/enfermos no cuentan con la suficiente preparación en esta materia ni aportan la documentación médica necesaria para realizar una representación legal en condiciones.
• Los tratamientos que reciben en prisión son tan solo de índole farmacológicos, siendo necesarios para la recuperación y rehabilitación de estos reclusos/enfermos, además de dicho tratamiento farmacológico, un programa integral donde participen psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales, etc.
• Los jueces que lleven dichos casos han de contar con un peritaje de los pacientes para actuar en consecuencia, ya que en caso que estos últimos no acepten la medicación, alimentación o tratamiento prescritos, solo una orden judicial puede forzar su administración forzosa.
• Y, por último, no existen programas exclusivos y gratuitos para este tipo de tratamiento para los pacientes una vez salen en libertad.
Como verán, y aún dejándonos algunas observaciones en el tintero, la solución para este tipo de enfermos mentales que entran en prisión no solo no está lejos de solucionarse, sino que no se toman las medidas necesarias para dar un giro a este problema.