El que haya sido detenido por los agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (UDYCO), sabe a qué tipo de personajes se enfrenta: gritos, amenazas, golpes, desaparición de las pertenencias personales de los detenidos, miradas lascivas a las mujeres de dichos detenidos, arrasadores registros domiciliarios…
Y todo, porque según ellos, él arrestado es el delincuente, el malo, y ellos, los Agentes de la Ley, los Buenos, los que amparan a la sociedad de gentuza como el que tienen frente a si engrilletado. Y lo de “inocente mientras no se demuestre lo contrario”, que se lo cuenten a otro.
Pues en el caso que nos ocupa, dos reconocidos y nobles agentes de la UDYCO, han sido condenados a 15 y 17 años respectivamente por el robo de 150 kilos de droga de los depósitos policiales de droga decomisada, es decir, robo continuado, tráfico de drogas y blanqueo de capitales.
Este choriceo a gran escala lo han realizado durante años, y mientras tanto, han ido de sobrados por la vida, forrados y deteniendo placa y arma en mano y de malas maneras a los M-A-L-O-S de la calle.
Y para más inri, en la cárcel los ingresan en módulos especiales, separados del resto de presos para evitar agresiones y hacerles la vida más cómoda.
¡Qué ironía!
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/03/14/andalucia/1363267286_698557.html