Submitted by jorge on Thu, 24/08/2017 - 11:08

La Unión Europea amparará legalmente a los empleados, jefes o socios que denuncien irregularidades, sobornos o manejos oscuros dentro de las empresas públicas o privadas, es decir, se desea emprender una lucha sin cuartel contra la corrupción y las conductas ilegales.
Con esto quieren evitar que los delatores o informantes, como hasta ahora, padezcan largos periodos de desprotección y falta de acompañamiento durante las investigaciones de sus denuncias, como también, que dichos denunciantes puedan, en caso de no ser oídos por las autoridades, transmitir dicha información, sin quedar por ello invalidada, a la prensa u otras organizaciones no gubernamentales.
Por último, esta nueva disposición quiere también abolir una suerte de Ley Mordaza, procedimiento judicial que se incoa contra el denunciante con el único fin de agotarlo económica, psicológica y moralmente con procedimientos que no tienen fin ni resultado visible en el tiempo, como son los casos de Assange y Falciani..
Quizás no sea una idea descabellada para “pillar” a chorizos, comisionistas, “enchufados”, descarados y demás jauría de sinvergüenzas que cabalgan en el mundo de las grandes empresas y la Administración, pero con ello se crea un precedente de un “Gran Hermano” propio de la novela 1984, donde nadie pueda confiar en nadie y cualquiera se sentirá controlado y sin libertad de movimientos en su trabajo y, quién sabe, también en su hogar.
Peligrosa arma de doble filo.
La Unión Europea amparará legalmente a los empleados, jefes o socios que denuncien irregularidades, sobornos o manejos oscuros dentro de las empresas públicas o privadas, es decir, se desea emprender una lucha sin cuartel contra la corrupción y las conductas ilegales.
Con esto quieren evitar que los delatores o informantes, como hasta ahora, padezcan largos periodos de desprotección y falta de acompañamiento durante las investigaciones de sus denuncias, como también, que dichos denunciantes puedan, en caso de no ser oídos por las autoridades, transmitir dicha información, sin quedar por ello invalidada, a la prensa u otras organizaciones no gubernamentales.
Por último, esta nueva disposición quiere también abolir una suerte de Ley Mordaza, procedimiento judicial que se incoa contra el denunciante con el único fin de agotarlo económica, psicológica y moralmente con procedimientos que no tienen fin ni resultado visible en el tiempo, como son los casos de Assange y Falciani..
Quizás no sea una idea descabellada para “pillar” a chorizos, comisionistas, “enchufados”, descarados y demás jauría de sinvergüenzas que cabalgan en el mundo de las grandes empresas y la Administración, pero con ello se crea un precedente de un “Gran Hermano” propio de la novela 1984, donde nadie pueda confiar en nadie y cualquiera se sentirá controlado y sin libertad de movimientos en su trabajo y, quién sabe, también en su hogar.
Peligrosa arma de doble filo.
La Unión Europea amparará legalmente a los empleados, jefes o socios que denuncien irregularidades, sobornos o manejos oscuros dentro de las empresas públicas o privadas, es decir, se desea emprender una lucha sin cuartel contra la corrupción y las conductas ilegales.
Con esto quieren evitar que los delatores o informantes, como hasta ahora, padezcan largos periodos de desprotección y falta de acompañamiento durante las investigaciones de sus denuncias, como también, que dichos denunciantes puedan, en caso de no ser oídos por las autoridades, transmitir dicha información, sin quedar por ello invalidada, a la prensa u otras organizaciones no gubernamentales.
Por último, esta nueva disposición quiere también abolir una suerte de Ley Mordaza, procedimiento judicial que se incoa contra el denunciante con el único fin de agotarlo económica, psicológica y moralmente con procedimientos que no tienen fin ni resultado visible en el tiempo, como son los casos de Assange y Falciani..
Quizás no sea una idea descabellada para “pillar” a chorizos, comisionistas, “enchufados”, descarados y demás jauría de sinvergüenzas que cabalgan en el mundo de las grandes empresas y la Administración, pero con ello se crea un precedente de un “Gran Hermano” propio de la novela 1984, donde nadie pueda confiar en nadie y cualquiera se sentirá controlado y sin libertad de movimientos en su trabajo y, quién sabe, también en su hogar.
Peligrosa arma de doble filo.
La Unión Europea amparará legalmente a los empleados, jefes o socios que denuncien irregularidades, sobornos o manejos oscuros dentro de las empresas públicas o privadas, es decir, se desea emprender una lucha sin cuartel contra la corrupción y las conductas ilegales.
Con esto quieren evitar que los delatores o informantes, como hasta ahora, padezcan largos periodos de desprotección y falta de acompañamiento durante las investigaciones de sus denuncias, como también, que dichos denunciantes puedan, en caso de no ser oídos por las autoridades, transmitir dicha información, sin quedar por ello invalidada, a la prensa u otras organizaciones no gubernamentales.
Por último, esta nueva disposición quiere también abolir una suerte de Ley Mordaza, procedimiento judicial que se incoa contra el denunciante con el único fin de agotarlo económica, psicológica y moralmente con procedimientos que no tienen fin ni resultado visible en el tiempo, como son los casos de Assange y Falciani..
Quizás no sea una idea descabellada para “pillar” a chorizos, comisionistas, “enchufados”, descarados y demás jauría de sinvergüenzas que cabalgan en el mundo de las grandes empresas y la Administración, pero con ello se crea un precedente de un “Gran Hermano” propio de la novela 1984, donde nadie pueda confiar en nadie y cualquiera se sentirá controlado y sin libertad de movimientos en su trabajo y, quién sabe, también en su hogar.
Peligrosa arma de doble filo.
https://www.elconfidencial.com/economia/2017-08-23/denuncias-parlamento-europeo-corrupcion-empresas-sindicatos-buzon-ilegalidades-interes-publico_1432357/La Unión Europea amparará legalmente a los empleados, jefes o socios que denuncien irregularidades, sobornos o manejos oscuros dentro de las empresas públicas o privadas, es decir, se desea emprender una lucha sin cuartel contra la corrupción y las conductas ilegales.
Con esto quieren evitar que los delatores o informantes, como hasta ahora, padezcan largos periodos de desprotección y falta de acompañamiento durante las investigaciones de sus denuncias, como también, que dichos denunciantes puedan, en caso de no ser oídos por las autoridades, transmitir dicha información, sin quedar por ello invalidada, a la prensa u otras organizaciones no gubernamentales.
Por último, esta nueva disposición quiere también abolir una suerte de Ley Mordaza, procedimiento judicial que se incoa contra el denunciante con el único fin de agotarlo económica, psicológica y moralmente con procedimientos que no tienen fin ni resultado visible en el tiempo, como son los casos de Assange y Falciani..
Quizás no sea una idea descabellada para “pillar” a chorizos, comisionistas, “enchufados”, descarados y demás jauría de sinvergüenzas que cabalgan en el mundo de las grandes empresas y la Administración, pero con ello se crea un precedente de un “Gran Hermano” propio de la novela 1984, donde nadie pueda confiar en nadie y cualquiera se sentirá controlado y sin libertad de movimientos en su trabajo y, quién sabe, también en su hogar.
Peligrosa arma de doble filo.