Hasta hace unos meses, la lucha que debía mantener un abogado en una comisaría de Policía con los agentes a fin de defender los derechos de su defendido, el recién arrestado, era una tarea titánica: no le permitían acceder al atestado, impedían que se entrevistara con él antes de llevarlo ante el Juez, dichos policías trataban a los letrados con desprecio y altanería, etc.
Ahora, después del 1 de noviembre de 2015, obligado el Gobierno de España por las instrucciones e insistencia de la UE a que éste realizara una ampliación del derecho de asistencia letrada como establece la nueva reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, los agentes han de facilitar esa labor a los abogados defensores, sean o no de oficio, y no poner trabas en las ruedas durante la asistencia a los detenidos.
Pues a pesar de todo, a pesar de la obligatoriedad de dicha Ley, los antiguos agentes de colmillo retorcido y algunos nuevos de maneras chulescas y soberbias, siguen obstruyendo dicha asistencia letrada y maltratando con ademanes y palabras toscas a los letrados, amparados por el Ministerio del Interior y su Ministro Jorge Fernández Diáz, que asegura “que conoce el asunto y lo achaca a interpretaciones distintas de la ley”.
Se han realizado ya 15 denuncias solo en el Colegio de Abogados de Madrid, además de las recibidas en otros Colegios y los profesionales que ni siquiera denuncian.
Y todo esto va en detrimento de los derechos del arrestado y de recibir una defensa adecuada.
Pero eso a los señores “maderos” poco les importa.