Submitted by jorge on Wed, 20/07/2011 - 08:24
Miércoles, 20 de julio
Hoy aparece mi abogado. Me avisan al mediodía y salgo escopetado a comunicaciones. Parece mentira como cambia el valor de las cosas en prisión. Una puta carta que en la calle quizás dejas sin leer y aparcada en un rincón, aquí es la vida. Un café, una llamada telefónica, una visita, y que decir de un vis a vis, te pueden alegrar no solo la jornada, también toda la semana.
Juan, como es habitual, me recibe con una sonrisa torcida. Está sentado frente al vidrio enorme y me mira de manera extraña; no identifico con claridad la expresión, pero algo me remueve las tripas.
-Javier, qué bien te veo –me suelta el cabrón entre irónico y alegre.
-Ya te digo, como siempre, de puta madre, aunque estaría más de puta madre en la puta calle, ¿qué te parece, tío? –le respondo algo mosqueado por ese algo que no acabo de calar en su expresión.
-Tranquilo, todo a su tiempo. Lo primero decirte, que tu familia está bien, y que Patricia, desde que tus jefes le entregaron ese dinero, lo lleva mucho mejor. Viene de cuando en cuando al despacho para que la mantenga al día. El otro día trajo al chavalote y está estupendo.
Sus comentarios sobre mi familia, en lugar de tranquilizarme y alegrar mi estado anímico, me mosquean. ¿Pero quién cojones eres tú, para opinar sobre mi mujer y mi hijo, cabrón?, pienso para mí mientras observo su expresión, rara, o sea, que no me mola.
-Bueno, en otro orden de cosas, esta semana el juez instructor ha levantado el secreto del sumario, con lo cual, me lo estoy empapando de cabo a rabo. No varía mucho de lo que ya te comenté, salvo que os venían siguiendo desde hace un año y que cuentan con las conversaciones telefónicas de la banda de Héctor y de ti. Saben todo, aunque aún no han podido pillar al colombiano. Creo que deberías hacer una declaración inculpatoria ahora en octubre. Nos ayudaría mucho a la hora de que el Tribunal sentencie; lo haría con más benevolencia. Es mi opinión; medítalo en estos días y me dices algo cuando yo regrese de vacaciones; me piro todo el mes de agosto.