Martes, 11 de octubre

Nadie se ha enterado de lo de la agresión, o eso es lo que parece. El machaca herido y a pesar de su condición de machaca, demuestra con su comportamiento que los tiene bien puestos. Por lo que me comentan los compis, ya no es habitual encontrarte gente así, y menos en nuestro módulo. En los duros, donde permanecen los condenados y ruinas más experimentados, es lo habitual. Pero en estos tiempos que corren, ves muchos más inexpertos, cobardes, chivatas y mariconas, que los talegueros de toda la vida. 

Durante el patieo y en respuesta a una pregunta mía, los gallegos y Jesús me siguen contando, que los delitos han cambiado y de ahí la entrada de morralla en el talego. Antes te encontrabas a ladrones, atracadores, asesinos, presos políticos… ahora todo son yonkies, colgaos, violetas, maltratadotes, infractores de tráfico, es decir, mendas que no están hechos para el talego y que tratan de sobrevivir ante los kies, o pasando, o de machacas o de chivatos. De ahí que los jinchos pongan partes de continuo, ya que ellos poco ven, pero escuchan mucho.

Cuando llevamos un buen rato dando vueltas, me quedo solo con Jesús. No sé como sacarle el tema, y así, como el que no quiere la cosa, le pregunto por su machaca.

-Está bien. Que se joda y aguante como un hombre. Ya sé que viste todo, y también me pispe que los dos cabrones esos te amenazaron ayer en la cena. Tu tranqui, no me digas nada, que los tengo vistos y arreglaré el tema con ellos. 

Y con esto me quita un peso de encima, ya que no me mola ir de soplón, pero me debo de alguna manera al Jesús. ¿Seré por ello un machaca de éste? No creo, solo trato de corresponder a quien me ayuda.

Esta tarde me pongo a escribir una carta a Paula en respuesta a la suya de días atrás. Estoy cachondo y quiero, a través de las letras, descargar mi calentón, y ver como organizamos otro encuentro.