Jueves, 31 de marzo 

Hoy anda el patio revuelto. En primer lugar, porque es día de peculio. Y por ello, Bach y sus machacas se encuentran frente al economato. Tienen que controlar a los que deben los dineros, ya sea de droga o de préstamos, funciones que realiza por igual el Bach. La tensión se mantiene frente a la ventanilla cerrada del economato.

Es habitual, que los que se quedan a mitad de semana sin peculio, imploren un préstamo o una postura de lo que te cuen, jurando por todos los santos la devolución del mismo el jueves siguiente. Las papelas las pillan a un precio desorbitado, y los dineros electrónicos para cafeses y trujas, a dos por uno. Por lo que a la hora de pagar, los 65€ que les abonan en cuenta, si es que les han ingresado esa cantidad, desaparecen por arte de birlibirloque. Y como el economatero también presta comestibles varios a dos por uno, el primero en cobrarse es él.

Ese es el motivo para que Bach y sus adláteres se coloquen en los lugares estratégicos, para controlar quién si y quién no. Él es el siguiente en cobrar. Y cada semana, desde que estoy aquí, a alguno le acaban sobando el hocico o le suben los intereses de demora hasta la siguiente. 

El otro motivo de desasosiego, es que hoy es día de reunión de la junta de tratamiento. Por lo que cuenta Santos, el gallego, y mi compi de chabolo, en estas juntas estudian los permisos, las progresiones de grado, los partes y todo lo relacionado con los internos. Con nosotros. No tengo ni zorra como funciona todo eso ni quienes componen esas juntas; tampoco ellos lo conocen a fondo, aunque si tienen una idea aproximada. Pero meterme todo eso en la sesera en un par de sesiones, es tarea harto jodida.

Por la tarde todo se ha calmado, aunque los resultados de la famosa reunión no nos los dará el educador hasta mañana o el lunes. Y encima, el muy cabrón, llegará con las buenas o malas nuevas como San Juan Evangelista: "no, si yo no he sido, solo lo comento".