Submitted by jorge on Tue, 17/05/2011 - 08:10
Martes, 17 de mayo
Sigo con mi destino de mierda. Estoy hasta los mismísimos de ver a los compis colocarse hasta las trancas en los tigres. Muchos de ellos cargan con el bicho, como aquí llaman al VIH; otros, con la Hepatitis C, y algunos la Tuberculosis. Por cierto, después de hacernos la prueba de Mantoux, salvo alguno que otro, el resto no estábamos infectados con la enfermedad; un peso más que me quito de encima.
Los pobres que llevan el bicho inoculado se mantienen a distancia de la ducha, de los fríos y de los vientos, no vaya a ser que les pille una gripe de esas fuertes y se los lleve al otro barrio.
Otros muchos también se abstienen de pisar las duchas, pero esos por otro motivo: porque son unos guarros.
Don Juan Manuel y don Pedro han entrado hoy en el patio y han llamado a algunos al orden.
-A ver, Jiménez, Cornejo, del Pueblo, Martinez y Segundo, a la ducha.
Comienzan las quejas: qué si no puedo, qué me duché hace dos meses, qué estoy enfermu, funcionariu, y así pretexto tras pretexto. Pero estos jichos no son los de las nuevas hornadas y no comen de cuento.
-A ver, a todos los que hemos llamado, se meten de ya en la puta ducha, y hasta que no salgan con los pelos empapados, de aquí no nos movemos. Y al que no entre, tiro de bolígrafo, ¿he hablado claro?
Uno tras otro van desfilando como corderos al matadero. En el patio sabemos que Jiménez, Martinez y Segundo llevan más de seis meses sin ducharse, y ahora, que llega la primavera y comienzan los primeros calores, cantan que te cagas.
Pero la mayoría son así de guarros. En cambio, los suramericanos y europeos del norte se duchan a diario. Son bastante más aseados que nosotros. Y después vamos de país del primer mundo, ¡hay que joderse!
Una vez pasados los compis por el remojo, nos llaman a polideportivo. El etarra enfermo ya no sale. Adelgaza y envejece por días; da grima verlo.