Submitted by jorge on Thu, 07/04/2016 - 06:51
Un condenado a muerte en los Estados Unidos, Damien Echols, sobrevivió durante 18 años en el corredor de la muerte, y tras demostrarse con posterioridad su inocencia por la pruebas de ADN, fundó al salir en libertad en el 2011 un colectivo artístico llamado The Hand junto a otros dos artistas visuales como él.
Ahora presentan en California una exposición de dibujos y pinturas góticas y rituales y esculturas que Damien esculpió en prisión.
Pero todo esto es secundario comparado con lo trascendental, que no es otra cosa que la de que este ex preso descubriera su vena artística en la cárcel, y cómo este escape artístico sumado a la experiencia meditativa lo salvaran de terminar enloquecido o suicidándose, dada su vivencia extrema a la espera de la muerte.
Y comprendemos que pudiera sobrevivir evadiéndose realizando obras de arte y meditando diariamente, porque la presión ejercida en la cárcel sobre un ser humano, y ya no digamos en el corredor de la muerte con la espada de Damocles sobre la cabeza, es insostenible a no ser que tengas una evasión mental o física constante, ya que en caso contrario, es fácil caer en la locura, en las drogas o en una depresión que te llevaría al suicidio.
Ojalá muchos de nuestros presos recurran a estas u otras actividades que los ayuden a sobrevivir los años de presidio, y encontrar dentro de sí facetas ocultas que con posterioridad los ayuden a salir en libertad con un oficio u opción laboral.