Submitted by jorge on Thu, 27/07/2017 - 06:24
Han pillado a don Jaime Botín con las manos en la masa, más exactamente, con las manos en el cuadro.
Sí, se trata de uno de esos cuadrillos que el expresidente de Bankinter poseía, y que colgaba en su velero Adix junto a otros, y que Botín distrajo durante un viaje en su barco a Córcega, supuestamente, para enseñárselo a unos amiguetes, aunque la versión oficial, de acuerdo a una petición de la casa de subastas Christie’s al Gobierno Español pasa su venta en el exterior, es que lo sacó de manera subrepticia, o sea, de contrabando de España para venderlo, ya que necesitaba algo de dinero suelto y como la obra en el mercado está valorada en unos 26 millones de euros…
El Gobierno Francés lo devolvió a España en 2015, custodiandándose desde entonces en el Museo Reina Sofía en “aplicación del artículo 29 de la Ley de Patrimonio Histórico y catalogándolo como de dominio público español”, por lo que la Fiscalía solicita una pena de 4 años de cárcel y una multa de 100 millones de euros para Jaime Botín.
Damos por hecho que al señor Botín no lo condenarán a prisión y que con una multa importante se solucionará el problema –por el cuadro la Administración le pagará el precio que estime oportuno y pasara a ser parte del Patrimonio Histórico Español-, pero lo importante de este caso es hacer énfasis en que el negocio NEGRO del arte mueve miles de millones de euros y pocos son los condenados por ello, dada la dificultad que entraña demostrar el hecho en sí y una Legislación poco contundente al respecto.