Submitted by jorge on Wed, 13/06/2012 - 12:48
Las relaciones íntimas entre los presos y las funcionarias de prisiones y/o voluntarias de Ongs, no es una realidad nueva.
Se trata de vínculos utópicos, forjados al calor de lo prohibido, de la reclusión, del aislamiento y del morbo, y cuyo resultado final es la ruptura, ya sea durante el tiempo de reclusión del preso o cuando este accede a la libertad.
Son ensayos arriesgados, de los cuales siempre surge el dolor o el abandono, además de las posibles consecuencias laborales o penales en lo que a la empleada pública se refiere, y si no, véase el caso de la funcionaria de prisiones inglesa al que aquí nos referimos.
El que juega con fuego suele quemarse.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/06/12/internacional/1339523138.html