Submitted by jorge on Tue, 28/02/2017 - 06:14
Creemos que se debe ayudar a los refugiados tal y como hicieron en su día otros países con nuestros nacionales y los de otros países europeos que emigraron por necesidad allende los mares.
Pero si bien apoyamos esta estrategia, también pensamos que se deba controlar más a las personas que se les de refugio, dado que ALGUNOS refugiados o residentes islamistas utilizan las ayudas recibidas por el país de acogida para subvencionar su posterior “Yihad” o enviar fondos a sus países de origen a fin de sufragar dicha Yihad.
Ha ocurrido en 4 casos comprobados en el País Vasco, unos cuantos más en el Reino Unido, 2 en Austria, casi 100 en Alemania, 28 en Dinamarca y así, un rosario de países que han descubierto que, en algunos casos, sus ayudas sociales a inmigrantes iban en contra de su propia seguridad.
Pero solo tenemos que pasar por una cárcel española para observar quienes manejan ciertos negocietes de patio, quienes adoctrinan a compañeros de prisión sin que nadie diga nada, cómo estos colectivos de presos musulmanes han invadido las escuelas del patio para sus oraciones, como se les destina una dieta musulmana diaria (vete a pedir como preso en cualquier país musulmán una dieta de vigilia los viernes a ver qué recibes), como se les adapta los horarios de comida durante el Ramadán…
No queremos generalizar el problema de algunos Yihadistas ni cortar las ayudas que se les pueda proporcionar a los refugiados, pero no seamos tan BUENISTAS en esta nuestra vieja Europa y controlemos con más detalle a los que llegan a nuestras fronteras, la mayoría con buenas intenciones y necesitados, aunque no T-O-D-O-S.