Submitted by jorge on Thu, 11/02/2016 - 06:48
Es una vergüenza, que un pobre desgraciado, holandés para más inri y de vacaciones en nuestro país cuando ocurrieron los hechos, haya pasado 12 A-Ñ-O-S en prisión por tres delitos que no cometió y que la Policía y la Justicia por la pruebas de ADN aportadas, sabían de su inocencia desde 2007.
Y hasta ahora no se deciden dejarlo en libertad.
Al verdadero culpable, un británico, Mark Dixie, que se encuentra preso en Reino Unido por asesinato y violación, se le han encontrado las coincidencias del ADN, además de conocerse que se encontraba en Málaga en dicha época.
Lo llamativo del caso es que, tal y como se establece en el sumario, “el agresor cometió los delitos en calles muy cercanas entre las 4.30 y las 6 de la madrugada del 10 de agosto de 2003, lo que hace altamente improbable la opción de dos agresores.
Pero como el ADN solo demostró la violación del británico en uno de los supuestos, el Tribunal Supremo se ha amparado en este hecho, a pesar que la Audiencia de Málaga sostuvo que el agresor era el mismo en los tres casos, para no dejar en libertad con anterioridad ni indemnizar a Romano van der Dussen, el holandés inocente.
Ahora, después de 12 años, debido a la lentitud judicial española y la pesada burocracia en la cooperación entre España y Reino Unido, además de la incongruencia del Tribunal Supremo en sus apreciaciones, este Tribunal ha revisado su caso y ha determinado su inocencia.
¿Quién le va a devolver a Romano van de Dussen esos 12 años de juventud escurridos por la alcantarilla de la vida?
¿Quién lo va a indemnizar por la negligencia de las Justicias Española y Británica?
¿Quién va limpiar su nombre?
Y por último, ¿quién le devolverá las ganas de vivir?