Submitted by jorge on Thu, 31/10/2019 - 06:45
Se trata de una de estas historias rocambolescas donde el que sale perjudicado es el menor, a la vez que el padre, y todo debido a la lentitud y anquilosamiento de la Justicia en España.
Trataremos de resumir los hechos, rebuscados donde los haya:
• Pareja de español y polaca residían en San Sebastián con su hija de 3 años.
• En 2014, en pleno proceso de separación, la Jueza estableció el 11 de septiembre como fecha para “regular el marco de las relaciones paternofiliales para reclamar el disfrute de la vivienda familiar, la guardia y custodia, y una pensión alimenticia para la pequeña, además de un régimen de comunicación y estancias con el padre”.
• El padre, sin embargo, ante la duda de la comparecencia de su expareja alegando una posible huida de ésta a Polonia, solicitó en junio a la Juez medidas cautelares, solicitud que la Juez denegó alegando que sus “temores eran incoherentes e incongruentes", ya que la madre había obedecido todas las decisiones judiciales.
• No obstante, para curarse en salud, la Jueza dictó una providencia donde hacía hincapié que en caso de que la madre huyera con la menor, incurriría en "un delito muy grave de sustracción de menores", a lo que la mujer respondió que se trataba de rumores infundados y que ella cumpliría con las órdenes judiciales.
• En julio, el padre recurre la decisión judicial, pero ya su exmujer había viajado con la hija de ambos a Polonia.
• Fue entonces cuando el Juzgado insta una providencia para que ésta se presentara en el lapso de 15 días, a lo cual responde la mujer a través de su abogada que se encontraba de vacaciones en Polonia.
• El 11 de septiembre la madre no se presenta e hizo saber desde Polonia que renunciaba a las medidas que ella misma solicitó.
• En ese momento, el padre solicita de nuevo unas medidas cautelares urgentes para el retorno de su hija a España, solicitud que es admitida en septiembre de 2014 por el Juzgado de Primera Instancia, el cual suspende provisionalmente la Patria Potestad a la madre y concede al padre la Guardia y Custodia de la niña, alegando además que la niña se encontraba matriculada en un colegio de San Sebastián, además de desconocerse la situación de la madre y la menor, su domicilio y el estado económico en que se podrían encontrar madre e hija.
• Y ahora, 5 años después de la desaparición de la niña y toda esta seria de incongruencias judiciales, un Juzgado de San Sebastián emite un auto con una Euroorden de detención y entrega de la madre y la hija, responsabilizando a la primera de un delito de Sustracción de Menores y otro continuado de Desobediencia a la Autoridad, pudiéndose enfrentar a una pena de 4 años de prisión y asegurando con esta detención la presencia de la madre en la vista que se celebrará en San Sebastián.
No opinamos sobre la madre, aunque su comportamiento nos parezca demencial teniendo en cuenta que tarde o temprano la acabarían deteniendo y despojando de la Patria Potestad de su hija, pero si queremos hacer hincapié en el desastroso funcionamiento de la Justicia en nuestro país, porque pensar que este hombre no ha parado de realizar denuncias y a pesar de ello ha demorado la friolera de 5 años en lograr una orden de detención contra la madre de su hija, es propio de una república bananera.
Y ahora, cuando encuentren a la niña, si es que la hallan, ni reconocerá ni querrá ya a su padre, gracias a nuestra Justicia con mayúsculas.