Submitted by jorge on Tue, 13/10/2020 - 06:26
En este caso se trata del Centro Penitenciario de Navalcarnero, Madrid IV, pero a diferencia de otros, en esta ocasión ningún preso se ha contagiado, ya que a la fiesta de despedida que se llevó a cabo en la cafetería del centro solo accedieron Funcionarios de Prisiones, Guardias Civiles, la Camarera y la Cocinera, aunque la broma les ha salido cara, dado que se trata del mayor rebrote de Covid del sistema penitenciario española.
Y como la población reclusa no ha sido contagiada, esta prisión no va a ser clausurada del todo tal y como ha ocurrido con las de las Palmas II y la de Madrid V, Soto del Real.
Se trataba de una comida de despedía a los funcionarios que habían estado en prácticas en el centro, y donde entraban y salían Funcionarios y Guardias Civiles sin cesar, tras lo cual, 38 Funcionarios de Prisiones, 10 Guardias Civiles, la Camarera y la Cocinera han dado positivo en Coronavirus o se encuentran en Cuarentena por haberse identificado a 16 de ellos como positivos.
Por ello, se cerró la cafetería y se separó a todo este grupo de contagiados o posibles contagiados de sus labores en el centro, lo que ha mermado de manera considerable los efectivos que tendrán que ser doblados por los que no estuvieron en dicha celebración.
Lo que demuestra este hecho es que muchas de los contagios que se dan en las prisiones españolas no se deben solamente a los presos de regreso de sus Permisos ni a las familias que comunican por Vis a Vis, sino también al cuerpo de Funcionarios de Prisiones y de agentes de la Guardia Civil que custodian el exterior de los centros y que, en algunas ocasiones, se comportan con la irresponsabilidad propia de cualquier ser humano, y no por ser Funcionarios del Estado se encuentran libres de pecado.
Este Virus ataca a todos, a los “Malos”, pero también a los “Buenos”, de acuerdo a la catalogación que los Cuerpos de Seguridad del Estado hacen de sí mismos.