Submitted by jorge on Tue, 07/02/2017 - 06:51
Pudo ser cualquier mezcla la que provocó el incidente: pastis, metadona, tranquimazine, farlopa…, unas tomadas al tiempo con otras, y ya está liada.
Esto ocurrió en uno de los Centros Penitenciarios que en el argot taleguero se denominan, Agujero: DAROCA.
Una prisión construida en 1984, por lo que no cuenta con la estructura de las posteriores macrocárceles; ya es obsoleta y la infraestructura de servicios deja mucho que desear. Si a eso le sumas que se encuentra en un paraje inhóspito, con unas temperaturas extremas dependiendo de la estación del año e I.I.P.P. lo utiliza como centro de castigo para algunos internos problemáticos, el caldo de cultivo para una reyerta está servido.
Un preso rumano de gran envergadura y residente en uno de los módulo ”duros” del centro, el MÓDULO 1, la emprendió, supuesta e intempestivamente, a golpes con 5 funcionarios, que de inmediato pidieron auxilio pero solo para empeorar la cosas, ya que cuando llegaron los refuerzos, el resto de los compis del módulo cercaron a los recién llegados de manera amenazante y sin darles posibilidad de actuar.
Poco faltó para que estallara una batalla campal en toda regla; al final y, gracias a la intermediación de algunos de ellos, tan solo salieron lesionados los primeros agredidos.
Y no es la primera confrontación que ocurre en este centro, ya que en diciembre otros dos funcionarios fueron también atacados por internos.
No nos extraña en absoluto. “Agujeros” como Daroca, Herrera de la Mancha, Puerto de Santa María, el Dueso y otras, son prisiones utilizadas por la Administración Penitenciaria como centros de castigo, cuentan con estructuras anticuadas y sistemas internos adecuados a los presos problemáticos.
Además de todo esto, la facilidad de adquirir cualquier tipo de Droga o Medicamentos en los módulos conflictivos de la generalidad de los centros, da pie a incidentes de este tipo.