Submitted by jorge on Thu, 11/03/2021 - 06:45
Nos venimos a enterar que, en la cárcel de Melilla, la media de edad de los Funcionarios de prisiones es de 53 años, una medía que está por encima de la media nacional que ya de por sí es bastante elevada, encontrándose en los 49 años.
Si a la escasez de personal se une la edad avanzada del mismo, podemos imaginar la dificultad de estos trabajadores para mantener un orden y un control adecuados, dado que la media de los Internos ahí residentes es muy inferior a la de estos trabajadores, por lo que el sindicato ACAIP-UGT solicita a Instituciones Penitenciarias la renovación del personal y la contrata de nuevos Funcionarios para suplir a los que se jubilan.
Y esto por varios motivos:
• Esto demuestra la necesidad de completar las 2.500 plazas vacantes que se solicitaron.
• Con ello podrá rejuvenecerse la plantilla de Funcionarios.
• Por otro lado, con estas nuevas incorporaciones se podrán adelantar las jubilaciones en estos próximos años para que los que salgan pasen a una segunda actividad.
• Asimismo, la vacuna que se administra a muchos de los empleados públicos, la AstraZeneca, no puede ser suministrada en la mayoría de los casos a los actuales Funcionarios por el límite de edad de 55 años, tal y como ha estipulado las autoridades sanitarias.
Este último punto preocupa sobremanera a los sindicatos, dada la facilidad de contagio existente en un medio cerrado como son las cárceles.
Tal y como comentamos en nuestro post de ayer, el Ministerio del Interior tiene que poner cartas en el asunto de los Funcionarios, dado que el sistema tiene grietas desde hace algunos años y desde que la Pandemia se ha introducido en este medio, las grietas se están volviendo socavones, las agresiones aumentan exponencialmente y los Funcionarios apenas controlan el funcionamiento penitenciario actual.