Sacamos a todos los etarras de sus refugios e internamos de inmediato a los islamistas y a los moros -aunque éstos últimos no fueran yihadistas o como se llamen esos capullos-, en sus chabolos, y a los más peligrosos, a aislamiento. Entonces la peña cambió su rollo y los insultos fueron para los árabes, acordándose de sus madres, de sus padres y hasta del profeta ese que dicen que es el mandamás. A uno que había participado de alguna manera en lo del 11-S, creo que se llamaba Yussuf o algo así, lo tuvimos dos días refugiado en su chabolo, y ni paseos ni hostias, y de allí lo llevamos al chopano por el peligro que entrañaba tenerlo en el módulo. Ahí se quedarían varios meses. Con estos últimos movimientos y el paso de los días, los ánimos volvieron a su cauce habitual, es decir, tranquilos o alterados de acuerdo a la droga que entrara en el patio o no.
Antes de terminar con el capítulo del 11-M querría comentar un hecho que charlamos una tarde de esas entre compañeros. Unos cuantos estuvimos de acuerdo, que si alguno de nuestros hijos hubiera sido una de las víctimas de los atentados de Atocha, no hubiéramos dudado en entrar armados en los chabolos de los islamistas refugiados y los hubiéramos breado a tiros. Y no es una metáfora, es la realidad teniéndolos como los teníamos a nuestra merced. Lo que después resultara de todo aquello, eso es otro cantar.
Bueno, hablando del tema de la drogas y mirándolo desde nuestro punto de vista, el de los compañeros del curro, el temita es una movida jodida. Porque aquí concurren varias situaciones. La cárcel es como los aeropuertos; no puedes cachear a todo el que entra, por lo que solo un 10% aproximadamente de la droga que cuelan es la que localizamos. Y si tenemos sospechas más que fundadas de que un menda regresa del permiso o de un vis-vis cargado, solo podemos hacer dos cosas: o solicitar con anterioridad un permiso del juez para pasarle por los rayos x, o pillarlo in fraganti cagando las bolas en su chabolo o en el tigre, ya que solo se atreven a traerlo empetado en el culo los muy cabrones.