Sin embargo, al de arriba las cosas se le comenzaron a torcer. A partir de ese momento dejó de percibir los 6.000€ por barba para el estudio de los permisos, además de lo cual, los que salían le contestaban que verde las han segado cuando les insinuaba de ir a hacer los apaños a su finquita de Andalucía. Pero esto no fue lo peor, ya que la nueva juez comenzó a venir cada mes, y los extorsionados de antes empezaron a cantar, joder, y si cantaron. Al dire le abrieron un sumario que solo, y con la ayuda de su colega ministro y Legionario de que sé yo, pudo detener, aunque como después se vio, solo por un tiempo.
Fue entonces cuando éste contraatacó con sus armas marrulleras. Por esos días la J.V.P. había progresado de grado a Miguel Ricart, uno de los involucrados en lo de las pobres chiquillas de Alcasser, de primero a segundo grado, es decir, que lo colocaba en una situación como la del resto de presos. Y así lo pasaron, aquí en este centro, al destino de ingresos. Entonces, el cabrón de arriba, armó un revuelo que te cagas, llamó a la prensa y montó la marimorena con el caso del Ricart para desprestigiar a la tía esta. Pero la juez los tenía bien puestos y demostró que todo lo que hacía lo llevaba a cabo con la ley en la mano. En esas estaban cuando llegaron las elecciones que desviaron la atención del caso e hizo que se centraran en lo que se tenían que centrar: en la reelección del partido en el poder.
El dire se las prometía felices con la reelección de su partido cuando, y sin previo aviso, ganaron los sociatas impulsados por ese doloroso atentado que tantas vidas segó. Así, al capullo este, se le acabó el chollo. Al poco tiempo lo relevaron de su cargo, pasando a un vulgar puesto administrativo dentro de este centro. Joder, como nos frotamos las manos el resto viéndolo caer de su pedestal. Sin embargo, un subdirector fue ascendido al puesto de director y otra vez volvimos al mismo cuento; él que antes se enrollaba con los compañeros, asciende y se vuelve un petardo, pero bueno, así es la vida y en todas partes cuecen habas.