Submitted by jorge on Tue, 23/08/2016 - 06:51
En muchas ocasiones, lograr resultados y la claudicación del “enemigo” a través del ruido mediático, da mayores réditos que hacerlo a través de los Tribunales.
Este es el caso de Jamie Oliver, chef británico que factura con sus restaurantes, programas de televisión y productos una cantidad considerable y cuyo tirón mediático en Reino Unido y los Estados Unidos es amplio, y que ha logrado tras una intensa campaña que comenzó en 2010 contra la “comida basura” vendida por McDonalds, que esta multinacional reculara y eliminara de la producción de sus hamburguesas el proceso mediante el cual la carne era tratada y lavada con hidróxido de amoniaco –producto utilizado en metalurgia para disolver metales- para lograr con ello que las carnes de calidad ínfima utilizadas en la producción de hamburguesas fueran comestibles.
Después de años de lucha en los cuales llevó a cabo varias campañas mediáticas contra McDonalds, entre otras, contra la ciudad de Londres por darle la concesión a esta multinacional para establecer sus restaurantes en los Juegos Olímpicos de 2012, y SIN PASAR POR LOS TRIBUNALES, ha logrado que esta empresa, así como Burger King y Taco Bel, eliminen este proceso químico en la carne utilizada en su hamburguesas.
La lástima es que ningún Tribunal Internacional tome cartas en el asunto cuando de la salud ciudadana se trata y procesen a estas multinacionales de alimentación por malas prácticas, y tenga que ser un ciudadano, a su costa y tiempo, el que emprenda estas luchas desproporcionadas.