Submitted by jorge on Fri, 22/03/2019 - 06:43
Una historia de estas de viernes, con un punto de picardía, que en esta ocasión lo pone la Policía.
Hace aproximadamente una semana, unos ladrones penetraron en una capilla de la Iglesia de Santa María Magdalena, de la localidad de Castelonovo Magra, en Italia, rompieron un vidrio de seguridad que protegía el cuadro “la Crucifixión” del pintor flamenco Pieter Brueghel el Joven y se fueron tan anchos con el cuadro bajo el brazo.
Lo que no sabían es que la Policía italiana había recibido el soplo unos meses atrás, mandaron hacer una copia de la obra, instalaron cámaras de grabación ocultas y colocaron la pieza de arte tras el vidrio de seguridad.
El cuadrito apenas estaba valorado en 3.000.000 de euros, por lo que la Iglesia se cuidó mucho de arriesgar y dejar la pintura original a pesar de estar sobre aviso, ya que en 1979 fue robado otra obra pictórica de este Iglesia atribuida a un alumno del pintor Anton van Dyck.
Aviso a navegantes piratas: si vas a perpetrar un atraco, robo o cualquier delito de índole similar, no lo compartas con nadie excepto con el equipo directo que actuará en dicha operación, ya que si no, alguien larga y ocurre, afortunadamente para el arte, lo que les ha pasado a estos “cacos”.