Submitted by jorge on Mon, 05/03/2018 - 06:45
Donde dije digo, digo Diego, esa es la política cambiante de los Estados Unidos.
Si bien Obama prometió en su campaña electoral acabar con la prisión de Guantánamo, hecho que no pudo llevar a cabo pero sí lograr disminuir el número de los presos yihadistas ahí residentes con el ánimo de derribar con el tiempo dicha prisión, ahora llega la Administración Trump y dice que nones, que los presos que de ahí salieron no deberían haber sido liberados y que se va a renovar y modernizar la zona de detención de dicha Base Naval de Guantánamo a fin de ingresar aún más detenidos de los que hubo con anterioridad.
Aunque dicho proyecto de renovación y la correspondiente suma de dinero han de ser aprobados por el Congreso de los Estados Unidos, el Pentágono ya ha destinado casi 70 millones de dólares para la construcción de una nueva zona y sustituir la antigua del Campo 7, el más desconocido y donde se encuentran los presos yihadistas más “peligrosos”.
La nueva construcción incluirá medidas de máxima seguridad tales como cimientos especiales, equipos de ciberseguridad de última generación, un sistema de energía independiente, etc.
Con esto va a lograr fortificar y modernizar la prisión de Guantánamo con el fin de volver a llenarla de presos yihadistas y con ello tirar por tierra el ideal del antiguo presidente Obama, el de provocar la desaparición de ese campo de concentración encubierto.