Submitted by jorge on Fri, 16/10/2020 - 06:26
Una historia de viernes que preocupa a nivel planetario, ya que si bien en este caso nos referimos a un país en concreto, ocurre en la mayoría de las naciones del planeta.
El Gobierno de Bangladesh ha impuesto desde este martes pasado la Pena de Muerte para los Violadores y Acosadores Sexuales, después que el país lleve una semana de protestas callejeras por la cantidad de Violaciones habidas en 2020 -975 mujeres entre enero y septiembre, 208 de ellas violaciones grupales-, las escasas condenas aplicadas en los últimos años por dichas violaciones -0,37% de las sentencias terminaron en condena- y, por último y lo que más ha encolerizado tiene a los ciudadanos, la visualización de un video que se volvió viral de una violación grupal a una joven hace unas semanas.
Y la manera que ha utilizado el Gobierno para aplacar dichas revueltas y que no ha logrado el resultado pretendido, ha sido imponer la Pena de Muerte, cuando en realidad los manifestantes aclaraban que, "no exigíamos la pena de muerte, solo queríamos que el Gobierno enmendara las leyes de una manera que garantizara la justicia para todas las víctimas", afirmó Arif Noor, un manifestante y miembro del grupo cultural Udichi.
El caso es que hasta el momento, en Bangladesh la Ley imponía la Cadena Perpetua a los Violadores y la Pena de Muerte cuando la victima de la Agresión Sexual fallecía, pero en muy escasos casos, tal y como comentábamos, se condenaba a los agresores, por lo que la facilidad para violar y agredir a las mujeres y niños facilitaba que los agresores salieran indemnes del delito cometido, y de ahí el incremento anual de dichas agresiones.
No por el cambio de Ley se han suspendido las protestas callejeras, ya que tal y como comentan varias organizaciones organizadoras de estas salidas callejeras, van a seguir protestando mientras el Gobierno no actué de inmediato y en consecuencia.
En España también contamos con un número importante de Agresiones, tanto físicas como sexuales, pero nada comparable a la de estos países asiáticos, no obstante, o se comienza a adoctrinar a los niños en el hogar y los colegios desde su más tierna infancia a saber diferenciar entre la agresión y el respecto o seguiremos padeciendo esta pandemia agresiva durante años.