Submitted by jorge on Thu, 23/04/2015 - 23:39
Hemos conocido individuos que, después de cometer un delito o ser condenados, huyeron y se mantuvieron ocultos durante años, ya fuera en su territorio nacional o en el extranjero, y que finalmente regresaron a su país a fin de entregarse a la Justicia y cumplir su condena.
No se entiende, aparentemente.
Pero después de conversar con algunos de ellos, todos coincidían en que huir, además de muy costoso por la difícil consecución de documentación falsa, adquisición de otros inmuebles y desplazamientos continuos, era desarraigador debido al alejamiento de su familia y amigos, de su modo de vida habitual (tipo de comidas, costumbres, etc.) y lo peor, la soledad en que se encontraban, sin poder descubrir su identidad real, sin comunicarse con sus seres queridos, desconfiando de todo el que les abordaba, es decir, viviendo sin ser ellos mismos.
La mayoría acaban entregándose, los menos, viven el resto de sus vidas siendo unos apátridas.
http://www.que.es/ultimas-noticias/curiosas/201504231130-fugitivo-entrega-despues-anos-huyendo.html