Submitted by jorge on Fri, 04/03/2016 - 06:48
Un pobre diablo hurtó en el 2008 y con 18 años, una bicicleta que se encontraba tirada en el suelo, de estas que alquilan los Ayuntamientos para desplazarse de un punto a otro de la ciudad de manera sencilla, y lo condenaron a 6 meses de prisión.
Unos meses antes le impusieron otra condena de 10 meses por un allanamiento de morada, siendo aún menor de edad.
El caso es que la Magistrada del Juzgado de lo Penal 13 de Sevilla ya rechazó en junio suspender la pena, pese a que el hombre tiene empleo estable, una pareja desempleada, un hijo de dos años y un bebé de casi uno, basándose en que el sevillano había vuelto a delinquir”, por lo que, en el plazo de dos semanas, tendrá que entrar en prisión a cumplir su pena.
Y nos preguntamos, ¿es justo que un joven que ya tiene su vida rehecha, con familia y trabajo, y por un hurto que realizó en 2008, entre 8 años después en prisión, mientras la familia Puyol, Urdangarín, Blesa y demás, y después de haber desfalcado millones de euros a entidades públicas y privadas, sigan tan campantes en la calle?
En ocasiones la Justicia es miope, qué miope, CIEGA Y SORDA.