Submitted by jorge on Thu, 28/01/2016 - 23:39
Nos llama la atención que una creencia religiosa mal entendida y fanática, sea motivo de odio de unos creyentes en contra de otros de diferentes credos hasta el punto de asesinar en nombre de su Dios.
Y a las pruebas nos remitimos: las Cruzadas Cristianas, la Sagrada Inquisición, los sacrificios humanos mayas y aztecas, los asaltos y conquistas del Islam, etc.
Y el problema no radica tanto en la religión en sí, sino en la manera de entenderla y aplicarla, además de la ignorancia de los creyentes al aceptar a pies juntillas las proclamas y discursos de sus líderes religiosos.
Nos sorprende enterarnos que en una patera llegada del norte de África a Almería con 50 personas a bordo, unas asesinaran a otras por motivos religiosos.
Ante las inclemencias del tiempo durante la travesía, 6 de los ocupantes de la barcaza comenzaron rezar guiados por un pastor cristiano nigeriano.
Al escuchar los plegarias cristianas, Alain N.B. piloto de la lancha y camerunés musulmán, ordenó tirarlos al mar, ante lo cual, otros 2 pasajeros musulmanes arrancaron unos tablones de la lancha, apalearon a los cristianos y los tiraron al agua, muriendo seguidamente.
El pretexto fue que con sus rezos provocaron el temporal.
Ahora, Alain N.M. se enfrenta a una petición fiscal de 90 años por 6 delitos de homicidio con agravante de motivos religiosos, es decir, por el “simple hecho de profesar creencias a las que eran contrarios”.
Los fanatismos y la ignorancia son las grandes desgracias de nuestra Humanidad.