Submitted by jorge on Mon, 21/05/2012 - 08:19
De nuevo nos encontramos con una condena zurcida a la medida. Sí, a la medida del exjuez Francisco J. de Urquía, exmagistrado de Marbella, por dejar en libertad a tres imputados del caso Hidalgo por la módica suma de 60.000 euracos del ala.
En este caso flagrante de soborno, el Tribunal le imputó los cargos de prevaricación y cohecho, ajustándolos a los dos años exactos para evitar su entrada en prisión, dado que en caso de que la condena hubiera o hubiese sobrepasado dichos años, su ingreso hubiera sido inevitable.
Por qué motivo nos da la impresión, de que en cada ocasión que se juzga a un personaje social o políticamente influyente la condena se confecciona a la medida de su cumplimiento: o no entran en prisión, o si lo hacen, apenas la rozan, siendo progresados al poco tiempo a un tercer grado o semilibertad.
Mientras no se evite la entrada del corporativismo, del amiguismo y de las influencias en el Poder Judicial, la Justicia continuará operando a dos velocidades: será Injusta.
http://politica.elpais.com/politica/2012/05/19/actualidad/1337452407_710803.html