Submitted by jorge on Fri, 16/06/2017 - 06:05
Lo hemos dicho por activa y por pasiva en diferentes post:
L-O-S D-E-L-I-N-C-U-E-N-T-E-S/E-N-F-E-R-M-O-S S-E-X-U-A-L-E-S R-A-R-A-M-E-N-T-E S-A-N-A-N.
Y así es.
E Instituciones Penitenciarias es consciente de ello y los Jueces de Vigilancia Penitenciaria también, de ahí que no otorguen permisos ni 3º grados a los condenados por delitos sexuales.
Y uno de ellos, uno de los más peligrosos, sanguinarios, cobardes y enfermos, acaba de ser detenido de nuevo después de su salida de prisión en 2013.
Sí, Pedro Luis Gallego, el Violador del Ascensor y condenado en su día a 273 años de cárcel por “el asesinato en Valladolid de la joven Leticia Lebrato (17 años), por el asesinato y violación de la burgalesa Marta Obregón (19 años) y por otras 18 agresiones sexuales”, salió después de 21 años de presidio gracias a la derogación de la Doctrina Parot y en contra de la opinión de algunos profesionales y conocidos suyos.
No se equivocaban:
Tras 4 años en libertad, ha vuelto a ser detenido por ser, supuestamente, el secuestrador y violador de 4 mujeres en las inmediaciones del Hospital de la Paz o, como comúnmente se le denominaba, el Violador de la Paz.
Tras un tiempo de seguimientos, la base de datos existente y su modus operandi, la Policía y el Juez de Instrucción están convencidos que el Violador del Ascensor y el de la Paz son el mismo energúmeno.
Los enfermos denominados agresores sexuales no solo no se curan en prisión -aunque sigan diversas terapias-, sino que su obsesión sexual enfermiza se acrecenta durante los años de reclusión en base a contar con el tiempo y el aislamiento para crearse nuevas fantasías sexuales que, una vez en libertad y tras años de encierro, ejecutan de manera inmediata y despiadada; su mente los fuerza a volver a saciar su apetito sexual desviado.
Pocas opciones se les puede ofrecer y escasos son los que se libran de reincidir.