Submitted by jorge on Mon, 14/12/2015 - 06:51
Con habitualidad, las guerrillas, sean de la tendencia que sean, luchan por derrocar un gobierno totalitario de la índole que sea.
Estas guerrillas suelen estar compuestas por “gente del pueblo” que luchan por una vida mejor y de manera idealista, y guiados por un líder carismático con una base cultural extensa y una amplia preparación.
Luchan por mejorar las condiciones de su país, región o comarca o por ideales religiosos o políticos, y suelen reclutar hombres y mujeres en busca de ideales similares, y cuando no los hayan, toman jóvenes a la fuerza o cedidos por sus padres (una boca menos en familias rurales numerosas es un gran alivio)
Lo que ya comienza a chocar es cuando reclutan a mujeres, jóvenes y niñas para engrosar sus filas pero no como combatientes, sino con el fin de utilizarlas como esclavas sexuales.
Y no es necesario retrotraerse al siglo XX para encontrarnos con esta barbarie, sino en este XXI nos acabamos de topar con las noticias referentes a las esclavas sexuales que se utilizan entre los grupos islamistas de Isis y otros de similares características.
Pero aquí no acaba la cosa, porque nos hemos enterado que España ha detenido a un médico colombiano apodado “el Médico”, ex guerrillero de las FARC colombianas y al que se le han demostrado ya 150 abortos realizados a compañeras de guerrilla forzadas algunas a mantener relaciones sexuales con sus compañeros, violadas otras, y al que la Interpol andaba buscado desde años atrás y del que seguramente España acepte extraditarlo a Colombia.
Pero los 150 abortos corroborados se quedan cortos comparados con los 500 que se le presumen.
Algunas de las pobres chicas operadas hasta de 8 meses de gestación y liberadas de la guerrilla, se enfrentan ahora a un largo juicio donde testificarán contra y ante este médico salvaje.
Mucha liberación y mucha lucha social, pero en el fondo todos mantenemos nuestros instintos animales.