Submitted by jorge on Fri, 05/04/2019 - 06:43
Una de estas historias de viernes que puede sorprender a los profanos, no a los que hayan pasado por un patio de una cárcel.
Que a las prisiones entran productos prohibidos de todo tipo no es nada nuevo:
• Droga y medicación prohibida a través de las familias y los presos en los Vis a Vis o en los regresos de Permisos Penitenciarios.
• El Dinero en efectivo llega de idéntica manera que la Droga.
• Licores a través de algún que otro Funcionario.
• Teléfonos móviles generalmente por medio de algunos Funcionarios.
• Productos culinarios especiales traídos exprofeso por el Demandadero a los Economateros que los paguen (mariscos, carnes, angulas, etc.) y que a su vez revenden.
Así estos y otros productos que no están permitidos adquirir o traer a prisión, ya que existen una variedad de ellos que se pueden adquirir diariamente en los Economatos de los módulos o semanalmente por Demandadero.
Pero la última estrategia para introducir algunos de los productos prohibidos y mencionados con anterioridad ha salido a la luz en una prisión de Gran Bretaña, la de Guys Marsh, en Dorset, donde los Funcionarios de Prisiones encontraban en los últimos meses cuerpos de ratas abiertos en canal.
No se sorprendieron tanto por la cantidad de ratas muertas sino por el hecho de encontrarse con sus entrañas abiertas y en unos casos, suturadas.
De inmediato se percataron que las ratas habían servido de vehículo para introducir “un total de cinco móviles y cargadores, tres tarjetas SIM, papeles para tabaco de liar y una gran cantidad de Drogas, como Cannabis, sustancias sintéticas y tabaco”.
Esto es lo que reportó la Administración de dicha prisión, explicando que había grupos externos que trapicheaban estos productos con los presos lanzando las ratas muertas y rellenas de los mismos por encima de las alambradas y recogidas por los reclusos cuyas familias habían pagado dicha mercancía en el exterior.
La Administración Penitenciaria inglesa asegura que en el último año se ha incrementado la incautación de productos prohibidos entre un 13% y un 25%, dependiendo de la mercancía.
Cada país desarrolla sus propios métodos que a fin de cuentas terminan siendo los mismos y similares, y las mercancías prohibidas que entran en las diversas prisiones del mundo, que suelen ser similares.
https://elpais.com/internacional/2019/03/25/mundo_global/1553517447_605127.html