Submitted by jorge on Wed, 09/12/2015 - 06:48
No alcanzamos a entender lo que ocurre en nuestra sociedad actual, que de unos años para acá se ha vuelto insensible a las agresiones que día a día suceden en nuestras calles.
¿Cobardía, pasotismo, indiferencia, egoísmo, o una mezcla de varias de estas variables?
No lo determinamos con exactitud, pero lo que sí tenemos claro es que las agresiones se han incrementado en las últimas décadas y que pocas son las personas, escasas, que reaccionan ante tamaños ataques.
Aún mantenemos fresca en la memoria el vídeo con los golpes y patadas que hace un par de años propinó un individuo a una joven en el Metro, y nadie se inmutó.
Posteriormente hemos visto en imágenes otras agresiones a jóvenes de otras nacionalidades igualmente realizadas en el Metro o en la calle, donde la gente pasa de largo y no interviene con el fin de parar dicha actuación.
Entendemos que nadie se quiera enfrentar a los ataques que realizan bandas como los Latin King’s o los frentes radicales de fútbol, pero que permanezcan indiferentes al ataque a una mujer o un joven solitario por parte de uno o varios agresores nos llama la atención sobremanera.
La última agresión de la que tenemos noticia ha ocurrido en Porto Alegre, Brasil, donde unos jóvenes detienen en la mitad de la calle y a la luz del día a una madre joven y la zarandean para quitarle el bolso mientras los viandantes pasan y apenas miran, aún cuando al final la tiran y golpean de manera agresiva.
Nadie se inmutó, nadie se entrometió.
¿Qué nos ocurre que no nos afecta el dolor ajeno?