Submitted by jorge on Thu, 30/11/2017 - 06:43
La Justicia alemana, aunque tarde, imparte Justicia con MAYÚSCULAS.
Hasta este momento, los últimos criminales nazis condenados por participar de una u otra manera en el genocidio judío, aunque condenados a penas de prisión, libraban la cárcel por su elevada edad.
Ejemplo de ellos fueron los nazis John Demjanjuk, Reinhold Hanning y Hubert Zafke, quienes fueron juzgados, uno, y los otros dos no llegaron a serlodebido a la edad -todos pasaban el umbral de los 90 años-, aunque ninguno entró en prisión debido a los recursos interpuestos.
Ahora sí.
Oskar Gröning, SS y contable del campo de concentración de Auschwitz entre los años 1942 y 1944, fue condenado en 2015 por un Tribunal de Lüneburg, Alemania, a 4 años de prisión por complicidad en la muerte en dicho campo de 300.000 judíos, aunque tan solo fuera el contable y en un par de ocasiones decidiera qué detenidos eran aptos para el trabajo y cuáles no, con el consiguiente destino fatídico para los segundos.
La Justicia alemana decidió este miércoles, tras varios años de recursos y en un dictamen sin precedentes, que Oskar Gröning, de 96 años, sea internado en una prisión, a pesar de su elevada edad y en base a que "el Estado tiene el deber de proteger la seguridad de sus ciudadanas y ciudadanos y garantizarles la confianza en el funcionamiento de las Instituciones del Estado y la igualdad en el trato a todas las personas declaradas culpables en procedimientos penales".
Algo tarde para muchos familiares de víctimas, ya que la edad promedio de los nazis perseguidos ronda los 90 años, aunque de una vez por todas, uno entrará a cumplir su pena.