Submitted by jorge on Thu, 22/02/2018 - 06:43
Esta parece ser la premisa de la Justicia en España aplicada en los últimos años, donde la Libertad de Expresión, dependiendo de quién la exprese, sobre qué lo haga y en el contexto que la utilice, puede acarrear penas de cárcel o solo un tironcillo de orejas.
Y no es que estemos de acuerdo con todo lo que se escribe, se cante o se berree, No, porque algunas de esas palabras, frases o estribillos son realmente hirientes y despectivos y, pueden afectar a quien van dirigidos.
Si se deberían “condenar” algunos de estos actos, pero no con prisión, sino con una simple multa o trabajos en beneficio de la Comunidad y listo, ya que lo que económicamente nos afecta o el ceder nuestro tiempo de manera gratuita, nos hace recapacitar a la hora de volver a utilizar nuestra “Libertad de Expresión” contra otra persona o colectivo.
Pero pasar de imponer una multa a pagar unos años de cárcel por insultar a una Autoridad, Culto religioso o cualquier otro destinatario del insulto, hay un gran trecho.
Y parece que en los últimos tiempos la Justicia se está encargando de aplicar la Ley en exceso, condenando a raperos, blogueros, titiriteros y a todos los demás partícipes en actividades artísticas terminadas en -eros.
Y pensamos que los Jueces desean sentar un precedente de que la Ley se cumple Sí o Sí debido a que Internet divulga todo, sin coto ni cortapisas y, la Justicia, no puede permitir el que cada cual haga de su capa un sayo.
De lo que no se dan cuenta nuestros Jueces, es que de esta manera aúpan a la fama a personajes, en algunos de los casos, mediocres y desconocidos que, con solo cantar unas letras provocativas o escribir unas líneas sangrantes y ser condenados, pasan del desconocimiento popular al estrellato de las masas en internet.
Casos como el del rapero Hassel, el cantante de DefCon2, Strawberry, la tuitera Cassandra y, el último, Valtònyc y sobre el que más enfocamos la noticia porque ha sido condenado y ratificado por el Tribunal Supremo a 3 ½ años de cárcel, 2 años por enaltecimiento del terrorismo de ETA y los Grapo, 1 por un delito de injurias graves al Rey y 6 meses por amenazas al presidente del Círculo Balear, son un ejemplo palpable de este desvarío judicial.
Antes no lo conocían ni en su casa a la hora de comer y, ahora, sale en todos los medios, eso sí, teniendo que entrar en prisión por ello.
Como ya comentamos, existen otras maneras de “condenar” este tipo de hechos y solo en los casos en que realmente agredan e insulten de manera directa a personas, esos que dejan de ser “Libertad de Expresión” para convertirse en “Libertinaje porque así lo quiero”.
