Submitted by jorge on Thu, 18/01/2018 - 06:43
Hace un par de decenios en nuestro país, pocas mujeres denunciaban maltrato en el hogar, hombres menos, e hijos, ninguno.
No existía una mentalidad proclive a reconocer dicho problema y, si alguna mujer se atrevía a denunciar a su marido o pareja por maltrato, salía de la Comisaria escaldada y con un run run de risas a sus espaldas.
Hoy no.
Ahora si estamos aceptando que existe un grave problema con la violencia de género, en especial, en el hogar, y este cambio de mentalidad provoca que cada día más ciudadan@s denuncien estos hechos.
En el caso que nos ocupa, el denunciante telefónico ha sido un niño de 6 años de a Coruña, el hijo de la víctima, que ante la paliza que le estaba propinando la expareja a su madre -y que ya contaba con una orden de alejamiento-, marcó el teléfono de la Policía, denunció el hecho, dio la dirección exacta y cuando terminó, fue al cuarto del hermano, un bebé, para darle el biberón.
¡Asombroso!
Cuando la Policía acudió a la dirección, la mujer denunció el hecho y el agresor fue detenido bajo los cargos de violación de morada, violencia de género e incumplimiento de la orden de alejamiento.
La madre fue trasladada al hospital y los hijos a casa de los abuelos.
Lo que más nos llama la atención de esta historia es el cambio de mentalidad que se está gestando en nuestra sociedad en los últimos años y que ha llegado hasta un sector de la población que pretendíamos, no se enteraba de nada: LOS HIJOS MENORES.
Pues no solo se enteran de lo que ocurre en casa, sino que también cuentan con la información mediática y la entereza para realizar una acción como la llevada a cabo por este niño de apenas 6 años.
El mensaje cala y calará aún más: No debe ocurrir lo que algunos de nosotros vivimos en nuestros hogares durante nuestra infancia.