Submitted by jorge on Mon, 10/03/2014 - 08:16
Hasta las narices de escuchar en todos los corrillos de bar, que Óscar Pistorius, ese atleta paraolímpico que compitió en las anteriores Olimpiadas como olímpico, sin el “para-“, resulta que ya es culpable, y no de homicidio sino de asesinato, para el público internacional en general.
¡Ya está condenado!
¿Y por qué motivo aducen que la asesinó, y por ello, es culpable?
Pues son muchos los argumentos esgrimidos. A saber:
• Que su novia, que estaba de muy buen ver, le era infiel.
• Que por ser alguien con una discapacidad física cargaba con diversos complejos, lo que provocaba su irascibilidad e inseguridad.
• Que debido a su intensa práctica atlética se le medicaba y/o vitaminaba en exceso, y ello derivó en su excitación permanente.
• Que ella deseaba romper la relación.
Y etc., etc., etc.
Por otro lado, lo tildan de culpable de asesinato premeditado, y en los medios aparece como si de un condenado a la Cadena Perpetua se tratara, sin tener en cuenta, que en caso que él hubiera cometido el delito, lo más probable es que lo hubiera hecho sin meditarlo, en una arrebato de furia y ceguera, lo que lo convierte más en un Homicidio que en un Asesinato, ya que carece de “alevosía, ensañamiento u otras circunstancias, y no se ejecutó con la intención de matar con motivos miserables o vacuos, como la promesa remuneratoria o recompensa, o en general, el ánimo de obtener lucro de la actividad homicida”.
En fin, que mi primo lejano ya está condenado y encerrado, y la mayoría del respetable deseará que se pierdan las llaves de la mazmorra a fin de que se pudra de por vida.
Claro, como el “todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario” solo lo utilizan los políticos para defender a sus correligionarios imputados…
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/03/08/actualidad/1394302148_790340.html