Submitted by jorge on Tue, 17/10/2017 - 06:43
España, Portugal y, en general, los países mediterráneos de Europa, arden desde hace decenios por culpa de la tendencia patológica de unos cuantos y de los intereses económicos, laborales y de explotación de tierras de otros.
Y hasta hace unos años, quemaban los montes sin apenas ser perseguidos o condenados, por lo que se movían a sus anchas y sin control.
Eso ya ha cambiado, no obstante, estos pirómanos salvajes siguen actuando cada vez de manera más profesional, organizada y sin miramientos.
Y sino, echemos un vistazo a los macroincendios, supuestamente, provocados de Portugal, Galicia y Asturias, el primero con más de 30 muertos y el de la provincia gallega, con 4 muertos hasta el momento y miles de hectáreas devastadas.
Perder la vida, tu casa y hogar con todos tus recuerdos y enseres, tu negocio, tu finca, tu campo porque unos egoístas y enfermos hayan decidido echar unos cuantos fosforitos aquí y allá, es inclasificable.
Y el gran problema es localizar a estos desalmados, ya que suelen actuar de noche y en zonas boscosas y poco transitadas, aunque en caso de ser capturados podrían enfrentarse a las siguientes condenas:
• Los incendios de montes y boques: de 1 a 5 años de cárcel.
• Además de una multa de 12 a 18 meses.
• Si existiera peligro para la vida o integridad física de las personas: de 10 a 20 años de prisión.
• Y si muriera una persona por dicho motivo, el Juez podría sumar el delito de homicidio a estos años de prisión.
Como verán, las condenas no son pecata minuta, no obstante, a los pirómanos se los considera en prisión como delincuentes “buenos” y, como tal, son tratados por las Juntas de Tratamiento de las prisiones, concediéndoles los beneficios penitenciarios con facilidad y pocas trabas.
Hay que cambiar el chip sobre estos Nerones modernos: ni son buenos, ni delincuentes carentes de peligro, ni de fácil reinserción, NO.
Son enfermos, egoístas, peligrosos, homicidas y destructores de vidas y hogares.