Submitted by jorge on Mon, 25/11/2013 - 07:50
A nosotros, los ciudadanos del común, inocentes y sensibles en líneas generales a todo lo relacionado con las noticias trágicas que nos llegan sobre la infancia, la inmigración, las catástrofes y lo que conlleve el sufrimiento humano, nos la han metido colada durante los últimos años.
Y ello debido a las mafias que se dedican al tráfico de seres humanos, aunque en este caso, al de los menores, muchos de los cuales se enviaban a Europa desde África como mercancía para pederastas y para la venta de órganos humanos.
Llegaban en compañía de adultos que aseguraban ser sus padres, y que no eran otra cosa que inmigrantes que se servían de dichos niños para lograr la ansiada entrada a Europa, y que una vez en nuestro suelo, entregaban a las mafias que los habían enviado para su posterior venta o extirpación de sus órganos.
Así han llegado en los últimos años cientos de niños acompañando a sus supuestos padres, hasta que alertadas las Autoridades Españolas por el comportamiento distante y evasivo de estos progenitores con los menores, comenzaron a realizar las pruebas del ADN, demostrándose que un porcentaje de los analizados no compartían las mismas características genéticas con los menores acompañantes.
Pero esta alarma llega después de 5 años de inmigración continua, tiempo durante el cual se han introducido miles de “kilos de carne humana infantil” para el consumo de pederastas y la “casquería" que se vende a precios desorbitados en los hospitales especializados en trasplantes de órganos.
¡Qué inocentes somos, pensando que todos esos pobres inmigrantes eran familias en busca de un futuro mejor! ¡Qué pena ver cómo el dinero se salta cualquier barrera moral con tal de enriquecer a algunos!
http://politica.elpais.com/politica/2013/11/23/actualidad/1385215186_381614.html