Submitted by jorge on Wed, 04/03/2020 - 06:26
Siempre se ha sabido que los patios talegueros son un caldo de cultivo ideal de enfermedades por motivos diversos, de ahí que enfermedades que en la calle apenas existen, en prisión se den más de lo habitual, como es el caso de la Tuberculosis, aunque la reina de los padecimientos en esos lugares es la Hepatitis C seguida del VIH.
Según datos proporcionados por el Ejecutivo, la Hepatitis C alcanzó en todos los centros penitenciarios del país, exceptuado las prisiones catalanas, los 4.806 casos en 2019, es decir, 10,2% de la población penitenciaria.
Y en los últimos años, los datos estadísticos dan las siguientes cifras:
- 2019: 4.806 casos, resultado de los cuales hubo ? fallecidos
- 2018: 4.388 casos, resultado de los cuales hubo 1 fallecido
- 2017: 6.348 casos, resultado de los cuales hubo 4 fallecidos
- 2016: 6.805 casos, resultado de los cuales hubo 5 fallecidos
- 2015: 5.954 casos, resultado de los cuales hubo 10 fallecidos
Mientras en prisión contamos con apenas 50.000 internos, las proporciones en la calle son de 70.000 infectados en toda España, es decir, en cautividad el nivel de infección es muy superior.
La causa principal de contagio es el problema de la Drogodependencia, motivado por el préstamo de jeringuillas entre compis para inyectarse las Drogas, mientras en la calle se transmite más por transmisión nosocomial (contactos hospitalarios, transfusiones de sangre, contacto directo entre pacientes, etc.)
José Joaquín Antón Basanta, presidente de la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria, afirma que los datos que aporta el Gobierno "no tienen ninguna validez epidemiológica porque se basan en serologías positivas, pero eso no significa que tengan el virus, ya que en realidad el 98% están curados, y que el riesgo de infección es directamente proporcional al tiempo que dura el encarcelamiento".
Por último, los sindicatos de Funcionarios aseguran que “hay un gran déficit en la Sanidad Penitenciaria a expensas, en la inmensa mayoría de las comunidades autónomas, de ser transferida por parte del Estado".
Nada nuevo que no conozcamos y que llevamos tiempo denunciando: es necesaria y urgente una mayor inversión económica y humana en el campo de la Sanidad Penitenciaria.