Submitted by jorge on Mon, 02/10/2017 - 06:52
Según un nuevo estudio, los homicidios y asesinatos de género no parten de las premisas que se barajaban.
De acuerdo a dicho estudio, coordinado por la Consejería de Justicia del Gobierno Andaluz y en el cual se han revisado 150 fallos judiciales de los últimos 11 años, los resultados del mismo cambian el estereotipo del modus operandi del atacante, ya que en la mayoría de los crímenes el acto no se realizó durante un ataque de ira, sino que se había premeditado el momento, se había ejecutado por la espalda y con una importante carga de alevosía.
Aquí damos algunas cifras para sorpresa del lector:
• 907 mujeres han muerto en los últimos 15 años a manos de sus parejas y ex.
• El 79% de las condenas fueron por asesinato y el 15% por homicidio.
• El 91% fueron premeditados.
• En la mayoría de los casos el ataque fue por la espalda.
• El 49% en el dormitorio.
• El 78% en el domicilio de la víctima.
• En el 66% convivían, víctima y agresor, aún juntos.
• En el 51% se utilizó un arma blanca.
• En la generalidad de los crímenes no existió forcejeo.
• La media de las condenas impuestas por estos crímenes es de 16 años y 7 meses, endureciéndose las mismas en la última década.
• El agresor cuenta con una edad media de entre 40 y 50 años y sin antecedentes penales.
• El 40% eran maridos, 32% novios, 20% exparejas y 8% exmaridos.
• El 38% se realizaron en pueblos y centros urbanos de menos de 20.000 habitantes.
• El 83% de los agresores eran españoles y el 17 extranjeros.
• El 28% de los agresores se suicidaron tras el crimen.
• El agravante de parentesco y la atenuante de la confesión equilibran el cálculo de los años de condena.
• Una contracción que no lo es tanto: en el 66% no existía violencia previa en dichas parejas, pero parece ser que es debido a que los jueces no lo describen en la sentencia, sino que se centran en el caso que les ocupa, por lo que el % podía aumentar considerablemente.
• Otra contradicción reside en que no son los meses de veranos los más proclives para llevar a cabo estos actos sino septiembre y octubre.
• Se crea un nuevo concepto: Alevosía Doméstica, una alevosía resultante de la confianza y cercanía existentes entre la víctima y su agresor, y que se tomará como un agravante en las sentencias.
Este estudio ha cambiado varios patrones de valoración sobre los crímenes machistas, entre ellos, el de la premeditación, la falta de ira en el momento del acto, el ataque por la espalda, la época del año donde se llevan a cabo, etc.
Un estudio muy detallado e interesante para comprender esta lacra que cada vez se denuncia y condena con mayor contundencia.
Y por último y tal y como asegura Rosa Aguilar, consejera andaluza del Justicia, el agresor cuenta con un último factor que lo identifica:
"Está dispuesto a morir con tal de matar a la mujer".