- No sé si habeis oído el dato, pero el Gobernador del Banco de España (que debe saber algo de Economía) habla sin recato de que se agotarán las reservas de la Seguridad Social el próximo año y establece el “colapso” del sistema de pensiones para el año 2.025, en declaraciones fulminantemente desmentidas por el Ministro de Trabajo (o del Paro, que es lo mismo) que llega a afirmar que el otro señor “no está documentado” (¿?). ¿A quien creemos?
Vale, sí, queda mucho, 16 años, pero para esas fechas servidor estará a punto de ser pensionista, y no estoy nada tranquilo al respecto. Habla también el Gobernador de soluciones para el asunto, entre ellas jubilarse más tarde o cotizar más años. Teniendo en cuenta que las pensiones en España, salvo excepciones, se acercan peligrosamente al mínimo de subsistencia las reflexiones de este señor son cuanto menos de mal gusto, casi una broma. Paralelamente se estudia prolongar por más tiempo el subsidio de desempleo para los parados de larga duración, pero sin hacer notar lo que se nos escapa: que cada vez hay que trabajar más para cobrar de subsidio menos dinero menos meses. Supongo que los sindicatos están al tanto de estos y otros detalles “banales” y miran la crisis con la debida seriedad… aunque no lo parezca. Por mucho menos de lo actual recuerdo alguna que otra huelga general, eso sí, con otro partido en el Gobierno. Y no quiero olvidar mi respeto al señor Gobernador. Siendo un cargo político hay que tenerlos bien puestos para decir las cosas tan claramente.
- Hablando de huelgas. A mí me parece genial el derecho de los trabajadores a manifestarse, pero el reciente paro de 24 horas en la televisión pública madrileña lleva unas connotaciones que quizá se nos escapen. Por ejemplo el daño a la imagen corporativa, la reducción de ingresos por publicidad y un cierto tufo a oportunismo político, sobre todo considerando quien gobierna en Madrid y que el mismo formato de pantalla negra en los televisores se ha repetido ya varias veces últimamente. Supongo que será una buena forma de protestar, pero cuando se juega con el dinero de los impuestos del ciudadano de a pié la cosa pasa de ser simbólica a otros extremos que me callo. En contraposición para la televisión nacional se habla de reducir drásticamente la publicidad. Pues lo llevamos crudo. Si se salen del presupuesto y genera pérdidas milmillonarias en pesetas no quiero yo pensar en el cuadro cuando cierren el grifo publicitario. Eso sí, sus responsables sacan pecho, hablan de imparcialidad en la información (¿?) y con eso está todo arreglado. No me negareis que, incluso pensando de otra forma que yo, la cosa no es curiosa comparando ambos “entes”.
- Hablaba antes de excepciones en tiempos de crisis. Os contaré una. El Parlamento Europeo (de actualidad porque hay elecciones en Junio) se está convirtiendo, según dijo un dirigente hace poco, en un cementerio de elefantes. Un lugar donde premiar a los esforzados políticos con un buen sueldo (el doble que un parlamentario nacional) y estar lejos de la mirada crítica del votante, todo ello tras un desempeño más o menos largo y más o menos fructífero o eficaz en sus cargos previos. En las elecciones de Junio va a ir en los primeros puestos de la lista (suficiente para ser elegida) una exministra que ha sido cuanto menos controvertida, criticada e incluso vetada en el Congreso. Supongo que es un excelente curriculum para añadir el sueldo de eurodiputado a la pensión vitalicia que le corresponde por su situación de exministra. Este país es jauja, pero cada vez para menos gente. Si ahora volveis a leer el principio de estas inquietudes lo mismo os parecen más inquietantes. Y eso sí, lamento ser tan crítico.