Tras una primera tanda de mis inquietudes he recibido halagos, consejos y críticas que por supuesto tengo en cuenta para mejorar en lo posible. Voy a evitar en lo posible las alusiones que rocen la política, aunque me cueste… Ha sido una semana rara, corta, como al ralentí, pero en mi zona noble siguen bullendo muchas cosas. La sensación que me queda es de nuevo distinta… tras la sorpresa y el hastío llega la desilusión. Desilusión por lo que está mal y se sigue haciendo mal, y por lo que se hace mal cuando con menos esfuerzo se podría hacer bien. Os explico…
- Se sigue poniendo el cazo o metiendo la zarpa en la bolsa. Mejor dicho, se sigue dando publicidad a los que lo hacen. Sin entrar en nombres ni en situaciones particulares hay algo claro en nuestro sistema judicial: el que se apropia de algo debe restituirlo para satisfacer la responsabilidad civil, la multa o lo que se haya estimado tras su sumario. No entiendo cómo no se exige algo tan sencillo de entender y que es obligatorio para obtener beneficios penitenciarios si se pasa por la cárcel. E incluso en los casos en los que los autores convictos los pillan con el carrito de los helados pero no pasan por el trance no es suficiente olvidar el asunto y esperar a que el siguiente pufo salga a la luz. La sensación que tiene servidor es de impunidad, de que vale todo siempre que los desmanes los hagan los que pueden hacerlos. Y no hablemos ya de dimisiones, excusas públicas y arrepentimientos, que son escasos de ver hasta cuando es obligatorio, y a veces ni eso…
- Mientras esperamos las suculentas memorias que va a publicar la señora Directora de II.PP. en base a las cartas recibidas durante el desempeño de su cargo a uno se le ocurre que podría distraer parte del tiempo que emplea en tan loable fín y en su lugar dedicarse a mejorar mínimamente el organismo que dirige, que hace agua por todas partes. Creo que una vez estudié en el cole que la capacidad de los recipientes tiene un límite, y con las cárceles ocurre lo mismo. Se pensaron para una persona por celda, hace años que se superó por mucho ese ratio. Pese al retraso acumulado los Juzgados envían con mucha alegría gente a la cárcel, preventivos o a cumplir… y llegará el momento de los motines por hacinamiento como los que vemos en otras partes del mundo, antes de lo que pensamos. Pero los muros de las prisiones tapan las voces y la realidad que se desarrolla tras ellos. Las cárceles son necesarias, por desgracia, pero nadie las quiere cerca. Algo habrá que hacer. Sacar gente a la calle, no recluir tan a la ligera o hacer más sitios para alojar a la creciente población privada de libertad. Es de una claridad meridiana, por lo menos para mí.
- De nuevo reclamo desde aquí una reforma profunda del código penal o una mayor amplitud de miras de los jueces, o ambas cosas. He visto la sentencia contra la propietaria de un pub denunciada repetidamente por ruidos. Cinco años. Sí, es tremendo vivir sobre un sitio de éstos y le deseas al responsable los siete males, pero… cinco años. No os digo la cantidad de delitos más graves menos penados que el que se comenta. Como escarmiento no está mal, pero pensemos con una cierta frialdad para que la Justicia no sea un cachondeo total.
- De nuevo la crisis, da motivos para mover la neurona a diario… Resulta que se están embargando muchos pisos por impago, porque las familias no pueden hacer frente a unas hipotecas que se han puesto fuera de sus posibilidades. Pero también resulta que los bancos no quieren embargar pisos porque luego no pueden darlos salida y recuperar los impagados en subasta. Se están ejecutando desalojos por partes proporcionales muy pequeñas sobre el total a pagar. Lo más que vamos a conseguir es que en las subastas judiciales alguien se anime a pescar en aguas revueltas y volvamos a otra burbuja inmobiliaria cuando se termine la crisis que ha causado la anterior. Y me pregunto yo… ¿Los bancos no tienen margen de maniobra para negociar los pagos con un mínimo de flexibilidad o es que simplemente les aprietan las tuercas desde arriba para no hacerlo?