Submitted by jorge on Mon, 06/04/2015 - 23:20
Si los hombres privados de libertad residentes en las prisiones latinoamericanas, en este caso, las mexicanas, carecen de muchas de las necesidades básicas para subsistir, qué decir del estado en que se mantienen las mujeres por esos lares, con el problema añadido que muchas de ellas cuentan con hijos pequeños y bebés.
Hacinamiento, insalubridad, prostitución, deficiente separación entre pabellones de diferentes sexos, además de lo cual, en unas prisiones pueden mantener a sus hijos junto a sí, a pesar de los problemas que ello conlleva, y en otras, las obligan a separarse de ellos. En este punto no sabemos cuál de ambas opciones es peor, dada la caótica existencia en dichas penales.
En nuestro país, las mujeres residen en prisiones específicas para ellas o en las mixtas, en módulos femeninos, además de contar con módulos de parejas donde los hijos permanecen junto a sus padres hasta los tres años. Y no es que sean palacios, pero la diferencia entre las prisiones de este lado del charco y las del otro son tan significativas, que la habitabilidad, higiene y dignidad de las mujeres presas no son comparables, tan solo en su falta de libertad.
http://actualidad.rt.com/sociedad/170987-carceles-mujeres-mexico-antihigiene-prostitucion