Submitted by jorge on Mon, 04/06/2018 - 06:45
Siempre hacemos hincapié en que ciertos delitos son mal aceptados por esa Ley No Escrita existente, no solo en las prisiones españolas, sino en todas, en las planetarias.
Son los delitos sexuales, esos que unen en un solo paquete a los Violadores, Agresores Sexuales, Pedófilos, Pederastas, etc., los que no son admitidos por el resto de compis, los que son talegueros de pro y no los novatos.
En España se dan y han dado casos continuos de agresiones a este tipo de internos por parte de otros internos, agresiones que van desde una paliza, un ataque con pincho y hasta la muerte, como el caso de un agresor sexual que murió en junio de 2008 en la prisión de Aranjuez después de recibir una paliza salvaje por parte de otros reclusos.
O casos como los observados en varias ocasiones, donde un delincuente entra en un patio de módulo asegurando haber cometido otro tipo de delito y cuando la verdadera información de su condena trasciende -esa información que siempre aparece en prisión por medios subrepticios y que nadie entiende como llega-, ser rodeado por un grupo de compis y salir por patas en dirección a la garita de los funcionarios antes de ser vapuleado, tras lo cual, es llevado en volandas a otro módulo más suave y donde nadie lo agreda a fin de preservar su integridad física.
Toda esta introducción es a colación del asesinato en la prisión de Portage, Estado Unidos, del “carnicero de Milwuakee”, un joven que en 1992 fue condenado a 15 Cadenas Perpetuas –dado que en dicho Estado no se aplica la Pena de Muerte-, por el asesinato de 17 chicos gays con los que mantuvo relaciones sexuales y que finalmente forzó de manera brutal hasta la muerte y, que una vez difuntos, comió partes de su cuerpo.
Hace unos años ya fue agredido por otro compañero que intentó cortarle el cuello, aunque la agresión definitiva que lo ha llevado a la tumba ocurrió la semana pasada, cuando otro preso le destrozó la cabeza.
Tampoco ayudó, que el asesinado se regodeara sobre sus “hazañas” pasadas y mantuviera un macabro sentido del humor sobre su postura sexual y su canibalismo.
Jamás este tipo de delitos han sido aceptados por el común de los reclusos; en la mayoría de las ocasiones, estos son padres o tienen familia con integrantes jóvenes.
https://elpais.com/diario/1994/11/29/internacional/786063614_850215.html
