Por fin alguien, y decimos alguien, porque apenas unos cuantos han sido detenidos y juzgados por un delito tan abominable como es el de la extracción de diamantes por mano de obra esclava, adulta e infantil, muchos de los cuales morían con posterioridad por agotamiento, hambre o fusilamiento, ha sido detenido y va a ser extraditado al país que ha solicitado su extradición para juzgarlo.
La muerte de miles de personas en estas minas a cielo abierto custodiadas por guardias armados y fusilados en caso que se quedaran con una de las piedras o discreparan con la opinión del grupo revolucionario que mantenía la región bajo su control o de las mismas huestes de esos gobiernos corruptos como fue el Sierra Leona bajo la presidencia de Charles Taylor, no puede quedar impune, y solo en los últimos años se están moviendo las fichas para bloquear este negocio con ramificaciones internacionales y con un producto difícil de detectar.
Y han sido los grandes emporios del diamante y afines, como los De Beers, Jewelex, the Niru Group, Atit Diamonds of the Shairu Gems, Dianco, Ofer Mizrahi Diamonds, S. Schnitzer Diamonds y S. SB Bichachi Diamonds Groupy, los que han tratado con este tipo de piedras a sabiendas de lo que hacían y mirando hacia otro lado, aunque en épocas en que la legislación internacional no contaba con los controles actuales.
Ahora España autoriza la extradición de este belga, Michel Desaedeleer, detenido en Málaga y que entre los años 1990 a 2000 traficó con estas piedras, por ser el encargado de la supervisión de la extracción de los diamantes en las minas de Sierra Leona. Esto, sin valorar el trato que pudo dispensar a los esclavillos que ahí se dejaban la vida.
Acertada decisión de la AN en este caso puntual.