Submitted by jorge on Thu, 15/03/2018 - 06:43
Hasta el año 2014, los linchamientos en la India habían disminuido, que no terminado, pero a partir de ese año y con la subida al poder del Primer Ministro Narendra Modi, la tendencia a la baja cambió de manera radical, incrementándose los linchamientos hasta el momento actual.
El procedimiento es sencillo, en especial, en las zonas rurales: una turbamulta variada de hombres, mujeres y niños detiene a un ladrón, a un asesino, a un violador o a cualquier otra persona que haya infringido la Ley de manera insignificante o severa y, una vez propinado el primer golpe, el resto se dispara en cadena hasta que aparece la Policía y detiene el apaleamiento con la víctima-delincuente muerta o malherida a manos de los enfurecidos ciudadanos.
Se trata de una “Justicia Colectiva” contra un individuo que, a pesar de haber cometido un delito, se encuentra indefenso ante la muchedumbre.
Los motivos suelen ser variados:
• Por Robo, asesinato, violación, etc.
• Por honor.
• Por brujería.
• Por racismo.
• Por diferencia de casta.
• Por religión...
Últimamente, se dan muchos casos por el robo y matanza de vacas por parte de musulmanes para su alimento y, dado que la vaca es un animal sagrado, esto es suficiente motivo para emprenderla contra el ladrón.
Asimismo, el Partido en el poder y los grupos de extrema derecha aprovechan esta coyuntura para azuzar a las masas contra los musulmanes, los cristianos u otras minorías que, supuestamente, aprovechan su posición para abandonar a los hindús a su suerte o al descuido del anterior régimen por dicha población.
Algunos de estos linchamientos son espontáneos, otros azuzados y provocados por los grupos progubernamentales mencionados anteriormente.
Quizás, solo quizás, parte de estos linchamientos se podrían llegar a entender, como el de un asesino-violador de una niña de 8 años en 2017 en el estado de Jharkhand, pero otros, como el de Madhu, que murió golpeado en la provincia de Kerala por robar comida, no se puede aceptar desde ningún punto de vista.
Mientras la ignorancia, la incultura, el racismo, la lucha de castas sigan campando a sus anchas en un país, poco se puede esperar de la JUSTICIA en mayúsculas, operando con impunidad la justicia tomada por la mano de un grupo incontrolado que se erige en Juez, Jurado y Verdugo.