Submitted by jorge on Fri, 16/12/2016 - 06:51
La plaga de pedofilia y pederastia que nos invade y con la que nos desayunamos a diario mientras leemos la prensa o vemos las noticias televisivas es de tal calado, que nos hace dudar si debemos enviar a nuestros hijos al colegio y a hacer deporte.
Hoy nos topamos con la detención de un profesor del Colegio Público de Infantil y Primaria, Federico García Lorca de Majadahonda, por abusar sexualmente de algunas alumnas, mientras en Tenerife han detenido al entrenador de atletismo Miguel Ángel Millán Sagrera, exseleccionador nacional de pruebas combinadas, por un crimen similar, abusar sexualmente de varios menores y alumnos suyos.
Esto hoy, ayer fueron otros, anteayer más de lo mismo y, así, nos encontramos habitualmente con un rosario de denuncias, detenciones y juicios contra pederastas, pedófilos y violadores que siempre se ceban con los más débiles.
Y para más inri, en prisión los Funcionarios y las Juntas de Tratamiento los tratan entre algodones, enviándolos a módulos de baja conflictividad y dándoles los mejores destinos, dada su fácil adaptación a las reglas penitenciarias y el que evitan las reyertas.
Están enfermos, la mayoría de ellos no tienen solución y el día que vuelven a pisar la calle van derechos en busca de menores de quien abusar.
¿Qué hacer?
Tratamientos y programas específicos e indefinidos, y no concederles beneficios penitenciarios, ya que los permisos y los 3 ª grados solo sirven para prepararlos para su futura vida en sociedad, pero en SU SOCIEDAD, donde todo vale.