Submitted by jorge on Wed, 17/10/2018 - 06:43
Son escasos los secuestros de hijos que llevan cabo sus padres separados o en una mala convivencia que aparecen en los medios, pero muchos los que se realizan al año en España.
Casos como el de Juana Rivas y la fuga que realizó con sus hijos para evitar entregárselos a su ex marido italiano son los menos frecuentes, aunque acumulen máxima audiencia en los medios de comunicación.
Pero lo habitual es que los padres huyan con sus retoños durante un permiso o a la salida del colegio y nadie se entere de nada, como ocurre actualmente en España, donde se contabiliza un secuestro diario, es decir, 323 secuestros parentales al año.
Pero lo más grave del caso no es el secuestro en sí, que ya de por sí lo es, sino que el secuestrador se evada con los niños del territorio nacional, ya que estando en España tarde o temprano aparecen, pero habiendo salido al extranjero el tema se complica, en especial, cuando el secuestrador es oriundo del país a donde ha huido con su hijo.
Y para enredar más la madeja, hay países donde el retorno del hijo se eterniza por sus mismas Leyes internas relacionadas con este delito, como es el caso de Rusia y Polonia en Europa o muchos de los países musulmanes.
Se trata de un mal planetario que azota todos los países, aunque en algunos se complique la recuperación de los hijos secuestrados por sus Leyes o Religión, y que decir de las naciones en los que las mujeres apenas cuentan con derechos y están supeditas por Ley al hombre.