Submitted by jorge on Thu, 01/02/2018 - 06:45
Antes se querían, se adoraban, después comenzó a desinflarse el idilio y, en la actualidad, empieza a verse un símil del cuadro de Goya, “duelo a garrotazos”.
Uno de los caballos de batalla del PP en busca de captar nuevo electorado y no perder el ya existente en pos de Ciudadanos, es el temita de la Prisión Permanente Revisable que, a raíz de los últimos casos graves de asesinato como son el de José Bretón (asesinó y quemó a sus hijos), David Oubel Renendo (asesinó a sus hijas menores con una radial) y José Enrique Abuín Gey, alias "El Chicle" (el presunto asesino de Diana Quer), ha calado más en una ciudadanía que apoya dicha Condena Perpetua Revisable y que ha provocado que Ciudadanos entre en la batalla política para ganar votos con nuevas propuestas penales.
Como Ciudadanos se abstuvo en la votación instada por el PNV en el Congreso de los Diputados para derogar la Ley de la Prisión Permanente Revisable aprobada con anterioridad por el PP cuando contaba con mayoría absoluta, ahora han de buscar nuevos vericuetos en el Código Penal y en el Derecho Penitenciario para rascar los votos que puedan irse al PP por esa Ley de "Cadena Perpetua".
Y Cs no encuentra mejor ocurrencia para contrarrestar dicha Ley, que proponer endurecer el Código Penal y “dosificar ciertas prebendas” que el Derecho Penitenciario formula como beneficios penitenciarios para los condenados.
Sugiere, entre otras, dificultar el acceso a los Permisos Ordinarios y al 3º Grado a los presos con condenas por delitos de especial gravedad, aumentando el tiempo para disfrutar de los primeros Permisos a partir de los 15 años de prisión y, para el 3º grado, después de haber cumplido el 75% de la pena, siendo ahora la mitad de la condena como el tiempo recomendado para ser progresado a dicho grado, eso sí, habiendo disfrutado previamente de Permisos.
Además de las propuestas anteriormente mencionadas, se solicitan otros cambios y endurecimientos, aunque todas estos planteamientos realizados a instancias de intereses meramente electoralistas y no debido a una necesidad social y judicial clara, nos parece pura demagogia y de poco interés real para el ciudadano de a pie.